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3. La innovación: un camino necesario para la evolución

2019

La visión de los legal innovators es optimista. Estamos ante un momento dinámico y rebosante de oportunidades de un sector que está “en ebullición” dentro de un ciclo económico de cierta estabilidad.

En lo que todos coinciden es que el primer paso de la innovación es un paso mental, un cambio integral en la forma de pensar. Se produce, por tanto, a un nivel más conceptual que práctico, tiene más que ver con cambios de modelo que con desarrollos específicos. Por tanto, las grandes diferencias no se van a encontrar tanto en la situación actual respecto a la actitud hacia la innovación sino en cuanto a la velocidad real en la que se encuentra el proceso.

Los resultados del estudio reflejan claramente que en todos los países se ha superado esta primera etapa de concienciación o de cambio mental, es decir, los profesionales han asimilado la necesidad de innovar en las organizaciones. Sin embargo, y como veremos a continuación, aún siguen existiendo reticencias a la hora de “apostar” por la innovación, en términos de inversión tanto de recursos humanos como materiales.

Según el análisis comparativo por países, cabe extraer una primera conclusión: Holanda es el país que se sitúa a la vanguardia en cuanto a desarrollo y ejecución de soluciones innovadoras y de dotación de personal y de presupuesto específicos destinados a innovación. Por detrás, y a cierta distancia, se sitúan Francia, España y BeLux que, según la cuestión analizada, se disputan el segundo, tercer y cuarto puesto.

Consecuencia de lo anterior, existe una clara brecha entre el deseo y la realidad, lo que provoca que el grado de satisfacción con el nivel de implementación de la innovación en el sector jurídico sea muy bajo en todos los países, con excepción de Holanda. Esto se debe a una serie de circunstancias que impiden o ralentizan esta implementación real en el resto de países, como detallaremos más adelante.

Asimismo, se analizan las expectativas de inversión en innovación para el próximo año. Adelantamos un dato: Holanda y España representan las posiciones más optimistas, en comparación con Francia, cuya proyección para el futuro es bastante pesimista. Por último, este capítulo se cierra con una referencia a las actitudes que hay que adoptar frente a la innovación y a las barreras que, en ocasiones, dificultan o impiden pasar de la idea a la acción.

1. Concienciación vs. implementación

Aunque tanto abogados como asesores están altamente concienciados con la necesidad de innovar en sus estructuras- siendo el nivel de concienciación un poco más elevado en el caso de los asesores-, los datos reflejan que la implementación dista mucho de ser una realidad.

Abogados

Holanda lidera la conversión de la actitud en innovación. La concienciación es prácticamente total y un 75% de los abogados holandeses está participando ya activamente en el desarrollo de innovaciones.

Por detrás, y a bastante distancia, están España y Belux, empatados con un nivel de concienciación de la necesidad de innovar de un 80%, pero con una implementación real del 34%.

España: Los datos concretos referidos a España reflejan que hay un alto nivel de concienciación tanto en abogados como en asesores (80%), pero cuando hay que trasladar la idea a la práctica, esta cifra desciende drásticamente: sólo el 34% de los abogados se está ocupando activamente de la innovación, y en el caso de los asesores, esta cifra asciende ligeramente hasta el 43,5%.

Por su parte, Francia queda rezagada en el último puesto: el 30% ni siquiera tiene un alto nivel de conciencia y sólo el 23% admite tener una actitud proactiva en la ejecución de soluciones innovadoras.

Asesores

En el caso de los asesores, esta realidad no es sensiblemente diferente, aunque muestran una velocidad mayor que la detectada en los abogados. Holanda vuelve a situarse a la cabeza de la concienciación e implementación de innovación, aunque en comparación con abogados, la distancia entre el país neerlandés y el resto, es menor.

En los demás países, el grado de concienciación supera el 80% pero el porcentaje de aquellos que se ocupan activamente del estudio y/o la implementación de innovaciones en su lugar de trabajo es mayor que en el caso de los abogados (alcanzando casi un 44%).

Grado de satisfacción con el nivel de implementación

Como hemos constatado en el anterior apartado, existe una clara brecha entre el deseo y la realidad, y esto nos lleva a otra conclusión fundamental del estudio: hay un alto índice de insatisfacción con el grado de implementación de la innovación en el sector jurídico.

Sin embargo, esta afirmación presenta matices en función del país, el target y el tamaño del despacho o asesoría. En este sentido, cabe adelantar que los grandes despachos y asesorías están más concienciados con la necesidad de innovar y hay un mayor nivel de implementación que en los pequeños.

Abogados

Según los datos observados, podemos determinar también que la satisfacción de los abogados españoles con el grado de implementación de la innovación en sus despachos es muy baja. 

Esta insatisfacción es palpable y parecida en intensidad al resto de los países, con excepción de Holanda, cuyo diagnóstico ha ido desvelando, punto por punto, un mayor grado de avance en el proceso de innovación. No es por ello de extrañar que sea el país donde se observa un mayor grado de satisfacción, si bien es verdad, que bastante moderado (aunque notablemente superior al del resto).

Por tamaño del despacho de abogados, en los despachos unipersonales, sólo el 25% está concienciado y ocupándose activamente, alcanzando un 78% entre los despachos más grandes (más de 100 empleados). Preocupa la falta de concienciación hacia la innovación en los despachos unipersonales, lo que podría dificultar su adaptación al nuevo entorno.

Si hacemos el análisis por tramo de empleados, el nivel de satisfacción con el grado de implementación de la innovación va aumentando conforme se incrementa el número de empleados del despacho.

Asesores

Los asesores españoles, en comparación con los abogados, se muestran algo más satisfechos con el grado de implementación de la innovación en sus compañías. Lo mismo sucede en todos los países, salvo Holanda, donde es menor.

Eso sí, los asesores españoles son los menos satisfechos de su entorno europeo.

En cualquier caso, son grados de satisfacción muy bajos, que aunque dibujan una realidad algo mejor para abogados, no dejan de mostrar que se ha iniciado un camino pero que el trecho por recorrer sigue siendo aún muy amplio.

Por tamaño de asesorías, en las unipersonales, el 32% está concienciado y ocupándose activamente, alcanzando casi un 82% entre las asesorías más grandes (más de 100 empleados).

En conclusión, el nivel de satisfacción con el grado de implementación de la innovación es muy bajo en las asesorías unipersonales, moderadamente bajo en los tramos intermedios, y moderadamente alto entre las asesorías más grandes.

¿Qué está fallando?

El estudio identifica cinco indicadores que impiden que despachos y asesorías, pese a demostrar altos niveles de concienciación (mucho mayores que los revelados en el estudio de 2016), no trasladen en la práctica esta idea de innovación. Al igual que en el punto anterior, identificaremos las diferencias según el target analizado.

1. Ausencia de un responsable de innovación

La importancia de contar con un líder formal dentro de las organizaciones que diseñe y ejecute la estrategia de innovación se convierte en un elemento clave para dar el paso de la concienciación a la acción.

 

Abogados

Holanda es el único país que ha nombrado a un responsable de innovación en la mayoría de los despachos de abogados.

En España, casi el 60% de los despachos de abogados no ha designado a un responsable encargado de liderar la innovación dentro de su organización.

En Francia y en BeLux, la diferencia es aún mayor: el 64% de los abogados franceses no cuenta con un responsable de innovación, alcanzando casi el 70% en el caso de Belux.

 

Asesores

Si hablamos de asesores, la situación relativa en cada uno de los países es similar a la de los abogados, con Holanda de nuevo destacando en positivo. Eso sí, se observan dos diferencias relevantes: 1 Para todos los países, el porcentaje de quienes sí han efectuado un nombramiento es más elevado; 2 Concretamente en España, la situación es muy paritaria.

2. Pocas personas trabajando activamente en innovación

Este indicador denota un bajo interés por parte de la compañía de contar con un equipo de personas dedicadas a la tarea de crear y desarrollar soluciones innovadoras. Al igual que en los puntos anteriores, describimos las diferencias por países entre abogados y asesores.

 

Abogados

En el caso de los abogados, de nuevo es Holanda el que vuelve a situarse muy por encima del resto de países. Más del 90% cuenta con equipos de entre 1 y 5 personas dedicadas a desarrollar la innovación de la organización, y casi el 25% tiene a equipos de más de 10 personas. Sólo un 9,3% no cuenta con ninguna persona.

En los demás países, la situación se presenta muy equilibrada. Casi el 61% de los abogados españoles cuenta con al menos 1 persona que se encuentra actualmente colaborando/trabajando activamente para incrementar el grado de innovación de la compañía, en línea con lo que sucede en Belux y en Francia. No obstante, el hecho de que la mayor parte cuente como máximo con 5 personas encargadas de esta cuestión indica que todavía queda mucho camino por recorrer.

 

Asesores

En el caso de los asesores, a excepción de BeLux, es algo más habitual tener personas directamente dedicadas a incrementar el grado de innovación de sus compañías. En España, casi el 70% dispone de, al menos, un trabajador y, el porcentaje que cuenta con más de uno es superior a lo observado en los abogados, pero aún muy lejos de disponer de equipos numerosos. Los asesores holandeses son los que cuentan con más personas implicadas de forma activa en el incremento de la innovación en sus compañías. 

3. Ausencia de un plan estratégico de innovación

Evidentemente, contar con una estrategia de innovación que marque las pautas de la compañía es otro indicador clave que refleja la voluntad de implementar acciones innovadoras en el medio y largo plazo. Una vez más, Holanda se sitúa a la cabeza en relación con el resto de países analizados.

 

Abogados

Así, en la mayor parte de los despachos españoles, al igual que ocurre en Francia y en Belux, no hay registrado ningún documento actualmente que contenga la estrategia de innovación de la compañía para los próximos 10 años. La escasa disponibilidad de documentación en España configura una realidad radicalmente diferente a la de Holanda, con la instauración de múltiples documentos relacionados con la innovación, ya que sólo el 9% de los abogados no cuentan con algún documento al respecto

 

Asesores

En el caso de los asesores, la situación española es similar a la de los abogados, al igual que en BeLux. Esto hace que, ambos países, queden a ligera distancia de la penetración que se observa en Francia y todos muy por detrás del grado de avance que se observa en Holanda. Respecto de los abogados, entre los asesores españoles destaca un ligero incremento en la presencia de documentación que contiene un plan de acción.

4. Falta de presupuesto dotado específicamente para innovación

Incorporar una estrategia de innovación en el seno de la compañía, además de la necesidad de contar con recursos humanos dedicados a ello, requiere también de recursos económicos para hacerlo efectivo.

 

Abogados

Como observamos en el gráfico, en Holanda, casi el 40% de los abogados ya cuentan con cláusulas que incluyen la innovación en sus presupuestos anuales. Sin embargo, en el resto de los países, el importe invertido es ligeramente inferior. De media, sólo el 23% de los despachos dispone de un presupuesto para innovación. Concretamente en España, casi el 76% de los despachos de abogados reconoce que no disponen de un apartado específico del presupuesto anual destinado a la innovación, lo que constituye, claramente, una asignatura pendiente en los despachos de abogados españoles.

 

Asesores

En el caso de los asesores, la situación permanece invariable para Holanda, país en el que más de la mitad de los asesores cuenta con la dotación de una partida presupuestaria. En el segundo puesto se sitúa Francia: el 36% de los asesores franceses reconoce destinar un apartado presupuestario específico para innovación. En el caso de España, los asesores superan a los abogados respecto al porcentaje del presupuesto anual destinado a la innovación. En último lugar se posicionan los asesores de BeLux, quedando a la cola de todos los países

5. El presupuesto para invertir es escaso

Los resultados del estudio, además de constatar que la mayoría de los despachos y de las asesorías no contemplan en su presupuesto un capítulo específico dedicado a innovación, lo cierto es que en los casos en los que se decide invertir, el importe destinado es escaso.

 

Abogados

Salvo Holanda, que lidera el ranking en cuanto a nivel de inversión, los despachos españoles no solo destinan en pocas ocasiones parte de su presupuesto anual a la innovación sino que, cuando lo hacen, la partida presupuestaria no suele ser muy alta, estando casi en la mitad de los casos por debajo de los 40.000€. No obstante, el hecho de que el 13% de los abogados mencionen una inversión de más de 100.000€ (en comparación con otros países como Francia o BeLux donde este porcentaje es notablemente menor) resulta un dato llamativo y que coloca a España en una posición ventajosa.

 

Asesores

En el caso de los asesores españoles, la cuantía destinada a la inversión tiende a ser algo menor que en el caso de los abogados. Por su parte, Francia es el único país en el que los asesores tienden a tener partidas presupuestarias más elevadas que en el caso de los abogados.

Rango de inversión en innovación incluido en el presupuesto anual actual

Eliminar la brecha que existe entre concienciación hacia la innovación y su implantación.

Hay circunstancias que impiden a despachos y asesorías trasladar sus altos niveles de concienciación hacia la innovación a la práctica.

Ausencia de un responsable de innovación

La importancia de contar con un líder formal dentro de las organizaciones que diseñe y ejecute la estrategia de innovación se convierte en un elemento clave para dar el paso de la concienciación a la acción.

Presencia de personal encargado de liderar el proceso de innovación en %

Pocas personas trabajando activamente en innovación

Este indicador denota un bajo interés por parte de las compañías de contar con un equipo de personas dedicadas a la tarea de crear y desarrollar soluciones innovadoras.

Número de trabajadores implicados activamente para incrementar el grado de innovación en el despacho

Ausencia de un plan estratégico de innovación

Contar con una estrategia de innovación que marque las pautas de la compañía es otro indicador clave que refleja la voluntad de implementar acciones innovadoras en el medio y largo plazo. Una vez más, Holanda se sitúa a la cabeza.

Registro de documentos para el desarrollo de estrategias de innovación en la compañía

Falta de presupuesto dotado específicamente para innovación

Incorporar una estrategia de innovación en el seno de la compañía, además de la necesidad de contar con recursos humanos dedicados a ello, requiere también de recursos económicos para hacerlo efectivo.

Existencia de un apartado específico destinado a innovación en presupuesto anual

Grado de satisfacción con el grado de implementación de la innovación

Expectativas de inversión

En el futuro, el panorama parece más prometedor, aunque con mucho margen de mejora. Las previsiones de los abogados son dispares; casi en la misma medida se sienten igual de optimistas y de pesimistas en relación a la inversión en innovación que destinarán sus compañías a lo largo del próximo año. En este punto, comparten la misma percepción que los asesores.

 

Abogados

Según los datos obtenidos, un 44% de los abogados piensa que su despacho no invertirá nada en este campo, frente a casi un 40% que se muestra muy optimista y estima una inversión de unos 100.000 € durante el próximo año.

De hecho, España presenta la mejor tendencia futura salvo en comparación con Holanda, que de nuevo manifiesta una mayor implicación en torno a la innovación. Destaca, muy en negativo, la proyección realizada en Francia.

 

Asesores

Los asesores españoles se muestran algo menos optimistas considerando en un 47% de los casos que sus iniciativa. El análisis no es sólo previo a la actuación, sino que debe mantenerse cuando acaba la acción y aplicarse a ésta, dando lugar a un método que incorpore los aprendizajes. 4) La tecnología es actualmente el gran eje sobre el que gira la innovación, ese sector fuente del que luego se extrapolan las ideas para aplicarlas al negocio. No obstante, compañías no contemplan realizar ninguna inversión económica en pro del desarrollo de la innovación.

La situación de los asesores españoles respecto de los asesores de otros países es muy similar a la observada en abogados, si bien es cierto que en Holanda la proyección es notablemente más positiva que la realizada por abogados

2. Actitudes hacia la innovación

Dado el alto grado de concienciación que hay en el sector, deben existir elementos que han propiciado este cambio de mentalidad y que, por tanto, pueden constituirse en palancas/ drivers que contribuyan, también, a acelerar el proceso de transformación e innovación.

Se pone énfasis en que lo pretendidamente innovador debe pasar por el criterio de la relevancia. Lo contrario puede llevar a la acumulación de novedades no pertinentes para la organización y para el filtro validador del cliente. Además, el marco presupuestario hace aumentar la exigencia analítica y selectiva. Implica una toma de decisiones que facilita el autoconocimiento de las propias fortalezas y debilidades.

El sector legal ha tenido que luchar, y sigue luchando, con mitos o prejuicios asociados a la innovación como una actividad puramente creativa desvinculada del ejercicio profesional y que lleva un tiempo del que no se dispone (en una profesión muy sensible a la gestión del tiempo).

No obstante, los legal innovators señalan todo lo contrario. La innovación requiere de un trabajo en sí mismo que debe cumplir unas condiciones: en primer lugar, tiene que ser una idea en un contexto que tenga sentido; en segundo lugar, implica una metodología de creación, de implementación y de seguimiento; por último, debe generar un retorno, una rentabilidad, una eficacia, una oportunidad de desarrollo. Es decir, habría que entenderla como una inversión y no simplemente como un mero coste. Así, la innovación es un medio, no un fin en sí mismo.

La visión de estos perfiles innovadores pone el acento en la actitud necesaria para la innovación: el optimismo, la curiosidad, la capacidad de divertirse, el replanteamiento constante de lo conocido, una mente abierta y, por supuesto, la valentía y el espíritu de aventura.

Se entiende, además, que la innovación es un concepto en evolución. Actualmente, surgen nuevos conceptos como el tecnológico o el del emprendimiento interno. Es decir, la innovación obliga a estar conectado con el entorno, con las últimas tendencias.

Fuentes de la innovación

¿De dónde procede la innovación? Las fuentes son muy variadas y aparentemente sencillas y accesibles, tanto para los grandes despachos como para las pequeñas asesorías:

“Apostamos por trabajar en pro de una “Experiencia de Cliente” fuerte y desarrollamos estrategias de innovación para conseguirlo, diseñando líneas de negocio, productos y servicios que den cobertura y soluciones a sus demandas”.

Esther Carrasco Directora de RRHH e Innovación, CE Consulting

  1. La escucha al cliente.
  2. La capacidad de extrapolación. Beber de lo que hacen otros, de la competencia, pero especialmente de sectores no relacionados directamente con lo legal.
  3. El post-análisis y la proactividad. Un estado de atención sobre lo que se hace y de atrevimiento, de iniciativa. El análisis no es sólo previo a la actuación, sino que debe mantenerse cuando acaba la acción y aplicarse a ésta, dando lugar a un método que incorpore los aprendizajes.
  4. La tecnología es actualmente el gran eje sobre el que gira la innovación, ese sector fuente del que luego se extrapolan las ideas para aplicarlas al negocio. No obstante, insiste en algunas afirmaciones clave para no extraviarse por el camino:

a) La tecnología no es garantía ni sinónimo de innovación.

b) La innovación no deber ser sólo tecnológica, sino que es absolutamente transversal a toda la actividad de la empresa, recorre todas y cada una de sus áreas y repercute en el propio rol del abogado. Debería impregnar la cultura empresarial y la forma de abordar cualquier acción que busque generar una nueva posibilidad.

Grandes vs. pequeños despachos

Las diferencias entre grandes y pequeños despachos pueden ser de contenido, por el diferente perfil y sector del cliente, o por la propia dimensión de la compañía, es decir, porque algunas problemáticas sean diferentes y, por tanto, su diagnóstico.

Otra diferencia puede ser la presupuestaria, si hablamos de inversión en tecnología, pero es un punto que habría que matizar ya que la tecnología es cada vez más accesible económicamente; y además, hay una gran variedad de tecnologías que se adaptan al pago por uso.

Podría concluirse que no hay nada que justifique, a priori, el hecho de que la innovación varíe en función del tamaño del despacho, en contra de lo que pueda pensarse habitualmente. Se trata de una actitud. Se puede ser innovador siendo pequeño, mediano o grande. Cambia la escala, pero no lo esencial.

Así, hay grandes despachos con una mentalidad conservadora y tradicional, resistente al impulso innovador; y despachos pequeños, esencialmente posicionados en la innovación. Incluso representantes de grandes despachos señalan que los pequeños cuentan con ventaja en algunos aspectos, por su agilidad y flexibilidad, por su capacidad de vincularse con otros socios en diferentes fases de un proyecto, por su cercanía con el cliente o por su mayor control en las decisiones estratégicas.

Principales barreras a la innovación

La principal amenaza detectada es el miedo que genera todo cambio sustancial. Dicha amenaza no se sitúa en el cambio en sí, sino en la resistencia al cambio. Por lo tanto, el conformismo y el miedo se apuntan como los principales obstáculos del impulso innovador.

También se habla de barreras imaginarias, de creencias fijadas en la mente. En este sentido sería recomendable desmontar algunos “mitos” que frenan la innovación, como por ejemplo, que es necesario contar con grandes recursos financieros o que se requiere de disponibilidad extra de tiempo. Igualmente negativa es la actitud de cerrarse a la nueva realidad tecnológica y desconectarse de las tendencias sociales.

Aunque es cierto que la propia mentalidad tradicional del sector y su endogamia están cambiando paulatinamente, aún falta camino por recorrer. Así se habla de una “inversión mental”, con una doble acepción: invertir en pensar y darle la vuelta a la forma de pensar habitual.

Por otro lado, la propia rentabilidad que históricamente ha tenido el sector lleva a la inmovilidad y refuerza la resistencia al cambio.

Y como no podía ser de otra manera, las principales barreras que en el terreno de lo concreto lastran el proceso de innovación y producen el gap ya comentado entre concienciación e implementación presentan un alto grado de homogeneidad, independientemente del target (abogado o asesor) e independientemente de la nacionalidad, dibujando unos retos comunes para toda Europa.

“La prestación de servicios jurídicos sigue siendo un negocio muy rentable, ¿por qué plantear innovar cuando las cosas ya van bien? Eso sirve ahora, pero no servirá para el futuro. Esta actitud ha sido un gran paralizador tanto de la evolución de los modelos como del cambio cultural dentro del propio sector legal”. Eugenia Navarro CEO TAMA PROJECTS y Profesora de Estrategia y Marketing de ESADE Law School.

Concretamente para España, las tres barreras principales con las que se encuentran los abogados son, por este orden: el aspecto económico, la falta de personal cualificado y la prioridad de otros objetivos frente a la innovación. Resultados muy similares en el resto de los países, salvo para Holanda, que apunta otros obstáculos, como por ejemplo, la falta de herramientas o sistemas para impulsar la innovación.

En el caso de los asesores españoles, estos incluyen otra barrera en su top 3: el estrés de manejar objetivos a corto plazo, algo que preocupa también a sus colegas europeos, especialmente a Francia y Belux.

 

Abogados

Los abogados españoles son los que, en mayor medida, encuentran obstáculos y barreras que les impiden avanzar más rápido en la innovación tecnológica.

En particular, el primero con el que sienten que han de enfrentarse, es el elevado coste que supone la innovación. El aspecto económico es también la principal barrera señalada por los abogados de BeLux y de Francia, aunque eso sí, en menor intensidad que en el caso español. Por el contrario, los abogados holandeses parecen haber superado ya esta etapa inicial en la que el coste se erige en un obstáculo insalvable; de hecho, no aparece ni entre las tres primeras barreras apuntadas.

El segundo obstáculo relevante para el abogado español es la falta de personal cualificado, que de nuevo es una barrera relevante para Francia y BeLux, y que sin embargo, parece estar superada en Holanda.

Y la tercera barrera es de corte conceptual y transversal a todos los países: el obstáculo que supone que otros objetivos sean más prioritarios.

Holanda, a un paso por delante, destaca otro tipo de barreras, como no disponer de herramientas que ayuden a promocionar la innovación. En cuanto al análisis por tamaño, el elevado coste es una barrera común, siendo además la más importante para todos, salvo para los despachos de 10 a 19 abogados, donde destaca el hecho de contar con objetivos prioritarios.

 

Asesores

Respecto de los asesores, la coincidencia con los abogados es plena, ya que señalan las mismas tres principales barreras indicadas por ellos.

En general, sí se observa una cierta menor intensidad en la percepción de obstáculos, especialmente en el caso de la barrera que supone no contar con una forma efectiva de medir la contribución al negocio.

Por el contrario, el estrés que supone manejar objetivos a corto plazo le genera más problema al asesor español que al abogado.

Por regla general, se observa algo más de dispersión a nivel europeo. Así, Belux no incluye en su top 3 la falta de personal cualificado y sí que aparece con mayor intensidad el estrés de manejar objetivos a corto plazo.

En Francia, el estrés adquiere también más relevancia que en España, pero a diferencia de BeLux, a costa de que otros objetivos sean más prioritarios, ya que la falta de personal cualificado sí aparece como una barrera relevante para el asesor francés y destaca también la resistencia de la propia organización.

En el caso de Holanda, al igual que sucedía en los abogados, comparte las barreras relativas a la falta de personal cualificado y el estrés del corto plazo pero añade, con mucha intensidad, la falta de herramientas para promover la innovación.

Por tamaño de asesorías, dos barreras destacan de manera transversal para todos: la falta de personal cualificado y el elevado coste (salvo para las asesorías de 20 a 99 empleados).

Una vez analizada la situación actual de la innovación en España y en el resto de países, nos detendremos en cómo está afectando al modelo de negocio, explicando las nuevas herramientas de gestión empresarial en el proceso de transformación de los despachos y asesorías.

3. Principales barreras a la innovación

 

Abogados

 

Asesores

 

Han colaborado en este estudio

Raúl Rubio

Socio responsable del área de Derecho de la Tecnología en Baker & McKenzie

Conversaciones con nuestros visionarios
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Eugenia Navarro

CEO de Tama Projects y profesora de Estrategia y Marketing de ESADE Law School

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Joaquín Latorre

Socio responsable de PWC Tax & Legal Services

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Raúl Rubio

Socio responsable del área de Derecho de la Tecnología en Baker & McKenzie

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Charley Moore

Fundador y CEO de Rocket Lawyer

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Daniel W. Linna

Cofundador del Chicago Legal Innovation & Technology Group

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Jordan Furlong

Director de Law21

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